– 11 de Mayo de 1974 – la Triple A, asesinaba al Padre Múgica –

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Padre Mugica

Carlos Mugica salía de la iglesia de San Francisco Solano, del barrio de Mataderos. Había dado misa y mantenido una reunión con un grupo de preparación al matrimonio. Caminaba junto a Ricardo Capelli y María del Carmen Artecos hacia su auto, un Renault 4-L azul, que estaba estacionado junto a la iglesia pero antes de que pudiera subir un hombre delgado y de bigote se bajó de otro auto y abrió fuego. De los quince tiros que acertó, varios le perforaron el abdomen y un pulmón. En medio del caos, el padre Vernazza salió de la iglesia, le dio los últimos sacramentos. Lograron trasladarlos al Hospital Salaberry, donde una enfermera lo escuchó decir justo antes de morir: “Nunca más que ahora debemos permanecer unidos junto al pueblo”.

En la Argentina comenzó a formarse el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo cuando un grupo de curas de Buenos Aires hizo circular el Manifiesto de los 18 Obispos de Hélder Câmara. Entonces, Mugica estaba en Europa, donde vivió el “Mayo Francés” y visitó al general Perón en Puerta de Hierro. Luego viajó a Cuba, a instancias de John William Cooke . Su visión del cristianismo y los contactos políticos y religiosos acumulados a lo largo de ese año, conjuraron para que, de regreso a la Argentina, Mugica se convirtiera en un miembro destacado del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo. Además había perdido su lugar en la capellanía de la escuela Paulina de Mallinkrodt, y entonces se trasladó a una capilla en la Villa de Retiro. Allí fundó la capilla Cristo Obrero, donde lo visitaría más adelante Juan Domingo Perón, ya en su cargo de presidente. En 1970, ofició el funeral de Fernando Abal Medina y Carlos Ramus, los líderes montoneros, y eso le valió una detención de una semana y la suspensión de su licencia ministerial por un mes, determinada por el Arzobispado de Buenos Aires. En una entrevista realizada por la revista 7 Días, en 1972, dijo: “Del Evangelio no podemos sacar en conclusión que hoy, ante el desorden establecido, el cristiano deba usar la fuerza. Pero tampoco podemos sacar en conclusión que no deba usarla. Cualquiera de las dos posiciones significaría ideologizar el Evangelio, que más que una ideología es un mensaje de vida. Pasará Marx, pasará el Che Guevara, pasará Mao, y Cristo quedará. Por eso pienso que es tan compatible con el Evangelio la posición de un Luther King como la ideología de un Camilo Torres”. Durante el gobierno de Héctor Cámpora, el sacerdote asumió un cargo no rentado como asesor del Ministerio de Bienestar Social, pero lo dejó tiempo después por diferencias con José López Rega. Un integrante de la Triple A, Alianza Anticomunista Argentina, el comisario de la Policía Federal Rodolfo Almirón fue quien disparó con una ametralladora Ingram M-10, por orden del Ministro de Bienestar Social, López Rega, que había pedido sacaran del medio a un curita que lo molestaba bastante.

Mujica pertenecía al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970. La mayor parte de su labor comunitaria tuvo lugar en la Villa 31 de Retiro, donde fundó la parroquia Cristo Obrero, siendo uno de los fundadores del movimiento conocido como curas villeros.

A 46 años del asesinato compartimos las expresiones de Curas en opción por los pobres.

«Si el grano de trigo muere, da mucho fruto” (Juan 12,24)

Un nuevo 11 de Mayo, a 46 años del martirio de Padre Carlos Mugica, nos vuelve a convocar con el compromiso de la Memoria. Y hacer memoria no significa una mera evocación de lo que pasó. Memoria es actualizar, en este presente histórico, las convicciones que llevaron a Carlos a dar la vida por los pobres hasta ser asesinado a la salida de la Parroquia San Francisco Solano.

La pandemia del coronavirus no nos permitirá celebrar la misa que habitualmente realizamos en esta parroquia de Mataderos. Allí no sólo no nos encontraremos ni abrazaremos los curas del grupo al que pertenecemos; y otros muchos curas que trabajan en medios populares alentados por la entrega de Mugica. Allí tampoco nos podremos abrazar este año con tantos y tantas que esperan ese día para decir con Carlos que “no tenemos miedo” y que, como él nos pidió, seguiremos estando en medio del caminar de nuestro pueblo más pobre.

Tampoco podremos abrazar a Norita Cortiñas y, en ella, a todas nuestras Madres. El 11 de mayo de 1974, su hijo Carlos Gustavo Cortiñas cumplía 22 años. Lo secuestraron el 15 de abril de 1977 en la estación de Castelar mientras esperaba el tren para ir al trabajo. Hoy celebraría 68 años. Norita, su hijo y las Madres estarán presentes en nuestra cordial oración. Como también, y sin lugar a dudas, estará Marta Mugica, hermana de Carlos, fallecida el pasado 1° de abril. Para nosotros también hermana y compañera de camino.

Pero, aunque extrañemos el calor de los abrazos, volveremos a elegir aquellos valores que guiaron a Carlos en su amor fiel hasta su muerte en esa vereda de Buenos Aires: su amor por Jesús y por los pobres; y su voz profética señalando a los crucificadores de sus hermanos y hermanas más vulnerables. Carlos soñaba para sus pobres una Patria donde reinaran “el amor y la igualdad”.

Ciertamente una Patria distante de aquellos que hoy viven más pendientes de la cotización del dólar que de aceptar que se grave algo de sus impúdicas riquezas en beneficio de los excluidos de los bienes de la tierra. Distante también de quienes miran hacia otro lado cuando a los pobres se les niegan los servicios esenciales en sus barrios, mientras golpean sus cacerolas alentados por noticias falsas e intereses inconfesables por contrarios a la vida del pueblo.

Distante, también, de todo fundamentalismo religioso que señala a Dios como el mentor de la pandemia o pidiendo que les “devuelvan la misa”, sin importarles nada de los que siguen haciendo negocio con el dolor de los que sufren. No haremos la misa que nos congregue en la fecha del martirio de Carlos Mugica. Pero renovamos nuestro compromiso de seguir sus huellas: las de Jesús, las de tantas y tantos mártires argentinos y latinoamericanos.

Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
11 de Mayo de 2020

En Aguante la Radio Pablo Melto habla sobre los 46 años del asesinato al Padre Múgica.

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